Acepto que belleza es la fulguración natural de las cosas naturales.
Me digo que tus dientes mostrados en sonrisa son eso.
Que tus ojos me dan tanta dulzura porque cumplen remotas instrucciones genéticas.
Que tu cuerpo de hombre con mi cuerpo de hombre construyen un lugar necesario en el mundo.
Que nada extraordinario hay en dos que se aman...Pero, cuando te abrazo una noche tras otra y me encuentro tu pulso a oscuras en cualquiera de los puntos que laten en tu cuerpo dormido,cruza por mi cerebro la palabra milagro...
jueves, 5 de febrero de 2009
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